lunes, 17 de septiembre de 2012

Televisión enlatada

Enciende la tele. Se encuentra con el tan reconocible acento de la novela mexicana de la tarde. ¿Qué hace? ¿Cambia de canal? ¿O genera apatía en el televidente este tipo de formato?  
Los enlatados, como le dicen en la jerga televisiva, son formatos con producción realizados para un mercado específico que luego se venden al exterior a costos inferiores del precio del mercado de origen. Para algunos, es un centro de atracción indudable, que llevó a mantener horas y horas de transmisión e incluso aumentarlas. Para otros, específicamente los canales de aire, es un negocio redondo, que abarata costos y rellena huecos de programación en horarios periféricos.
Uno de los mejores ejemplos es Los Simpsons, la serie animada del creador estadounidense Matt Groening, que todos los domingos ocupa cinco horas consecutivas de aire en Telefé
Pero sin duda hay un canal que lidera el ranking de enlatados. El mismo que despierta a sus televidentes con El chavo del 8 a las 6 de la mañana y continúa con Paka Paka. El canal que, a partir de las 13, invade su programación con las siguientes telenovelas: María la del barrio, Dos hogares, Un refugio para el amor (las tres mexicanas) y la inolvidable Betty, la fea (de Colombia). Sí, es el mismísimo Canal 9, que respeta esa seguidilla de lunes a viernes, mientras que los fines de semana contiene dibujos animados desde las 6 hasta el mediodía.
Todo este panorama, que a simple vista parece desbordado, tiene un marco legal regido por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que determina: “En la televisión abierta se deberá emitir un mínimo del 60 por ciento de producción nacional”. La ley busca incentivar la industria nacional y evitar el desdibujamiento de su identidad.


Sin embargo, este formato mantiene una fuerte presencia en los canales de aire. Y aunque actualmente no exista una demanda elevada, comprobada fácilmente en el rating, sí sirve para equilibrar los costos de un canal en conjunto. Algunos de ellos al borde de la ley; como Canal 9, que entrega su línea editorial al gobierno para continuar con el negocio de las telenovelas enlatadas. Otros, con menor presencia, encuentran la comodidad económica de comprar una licencia por tres años y olvidarse de aquellos huecos molestos en la programación.
           

-> Thalia en 1995. Pasaron 17 años y en Argentina se sigue emitiendo como novela enlatada.


“A Argentina no le va bien en la venta de la lata, pero sí en la venta del formato”

Nora Mazziotti es investigadora, profesora, y especialista en telenovelas y géneros del espectáculo. Fue responsable del Observatorio Iberoamericano de la Ficción Televisiva, (OBITEL) y hoy lo es del Observatorio Internacional de Televisión de la Universidad de la Matanza, donde también es profesora.
“La exportación de formatos en Argentina tiene una adaptación local mayor, lo que se vende es el libro y las ideas de producción, pero la factura es local”, afirma la investigadora sobre el tipo de venta que hace el país.

“Hubo momentos más exitosos para la novela enlatada, pero son oleadas. No quiere decir que nunca más vuelvan”, opina Mazziotti y agrega: “Además, Betty la fea tiene un rating de 10.0, lo cual es significativo para un horario de la tarde”. La investigadora cuenta que este tipo de telenovelas son muy vistas por los sectores populares, que no buscan tanta renovación y, por lo tanto, siguen las historias a pesar de haberse filmado hace más de 10 años.
Nora Mazziotti es profesora de Artes Audiovisuales en IUNA y fue docente de la UBA. Además escribió libros como:  El espectáculo de la pasión. Las telenovelas latinoamericanas (1993); Telenovela: Industria y prácticas sociales (2006); y, finalmente, su primera novela: La coordillera (2010) (aquí la crítica de su último libro en Página 12) “Las ventajas del formato enlatado para los dueños de los canales son muchas. Ellos llenan una franja horaria invirtiendo casi nada. Pero también existe determinado público que se ve favorecido, porque les gusta el tipo de novela mexicana, que es muy tradicional”, enfatiza. Un ejemplo de novela mexicana fue Pasión de Gavilantes, que llegó a medir 20 puntos de rating cuando se emitió por Telefé en 2005.

“La ficción es una necesidad de la población”, afirma Mazziotti: “Siempre hay necesidad de relato y de historias. Hay años en que hay otros géneros que desplazan, como el reality, pero toda la programación se hizo novela, melodrama. Los noticieros son novelas, los realities son novelas”, concluye.

Fomento a la producción nacional

Los Sónicos, Televisión por la inclusión (transmitidos por Canal 9); Maltratadas; Historias de la primera vey, El Pacto (transmitidos por América) son algunos de los ganadores de la primera edición del Concurso de Ficción en Alta Calidad y Definición.
Con el título de Plan Operativo de Fomento y Promoción de Contenidos Audiovisuales Digitales para TV, el Sistema Argentino de TV Digital Terrestre (implementado por el gobierno) llevó a cabo dos concursos donde se presentaron proyectos de todo tipo.
El concurso es dirigido a canales de televisión abierta y productoras asociadas a ellos. Las series ganadoras se financian en conjunto con las productoras que presentan sus ideas (Entre ellas: Eyeworks 4 Cabezas, MG Media Producciones, Ilusión Studio).
En la segunda edición, algunos de los ganadores son: Historia Clínica, presentado por UndergroundAmores de historia, presentado por Oruga Films y Vientos del Sur, presentado por Azteka Films. Estas miniseries comenzarán próximamente en distintos canales de la tv abierta.
Los objetivos principales son la promoción de contenidos audiovisuales para TV, el fortalecimiento de las capacidades productivas de todo el territorio nacional y la generación de empleo.

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